Luisa fue la primera en obtener un título universitario en su familia

Candidata Luisa González y su preparación académica

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Revolución Ciudadana

9/25/20233 min read

De niña, Luisa González soñó con ser astronauta, también quería estudiar algo relacionado con ingeniería genética. En su amado Canuto, de donde es originaria, creció libre. Sus primeras letras las aprendió en un jardín de infantes de esa parroquia del cantón Chone.

La familia de la candidata presidencial por la Revolución Ciudadana siempre se preocupó porque tuviera la mejor educación posible. Por eso se mudó a Quito, para que pudiera acceder a una mejor escuela.

Luisa estaba tan acostumbrada al ambiente de campo que en ocasiones salía a la tienda descalza. Era una niña inquieta y consentida, la primera hija y la primera nieta.

Al terminar la primaria regresó a su tierra, en Manabí. Allí estudió los dos primeros años en el Colegio 13 de Agosto. A los 15 se casó, a los 16 fue madre y dejó sus estudios. Pero sintió la necesidad de salir adelante, de continuar con sus sueños; así que se propuso retomar lo que abandonó. Fue difícil, pero le ilusionaba la idea de mejorar sus condiciones de vida.

De ese modo, a los 22 años, consiguió su título de bachiller a distancia, en el Colegio María Angélica Idrobo, en Quito. De inmediato estudió cuatro años de Leyes, en la Universidad Central del Ecuador, que solamente dejó porque en la Universidad Internacional del Ecuador 2 (UIDE) le ofrecieron una beca y trabajo como asistente de investigación.

En el 2006 se graduó en la UIDE, con una tesis de grado relacionada con los contratos petroleros y sus efectos en Ecuador. Fue la primera generación de su familia en alcanzar un título universitario. Por eso ella se reconoce como una ‘hija de la educación pública’.

Luisa siempre repite que una de sus prioridades será invertir suficiente presupuesto, para que los niños de todos los rincones de la patria tengan acceso a la misma calidad de educación.

La candidata de la RC5 ha reiterado que durante su Gobierno se volverá a apostar por las becas. También apoyará a quienes están en la Central de Riesgos por no haber podido cubrir créditos educativos. Les condonará los intereses.

Con esfuerzo, obteniendo un crédito, Luisa estudió dos maestrías y consiguió sus títulos en Alta Gerencia en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) y en Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense de Madrid- España.

Luisa González se siente identificada con la realidad de buena parte de las ecuatorianas, que deben dividir su tiempo entre las tareas de madre y la profesión, en su caso, ahora, con su carrera política. Tiene dos hijos, César y Josué, de 29 y 9 años, respectivamente. Su mamá ha sido su mayor respaldo, le ayuda en el cuidado de su hijo menor.

Ella es la única mujer que tuvo la confianza de su movimiento, para llegar a la Presidencia de la República. La Convención Nacional del Movimiento Revolución Ciudadana, reunida en Montecristi, Manabí, el 10 de junio de 2023, la designó por unanimidad, en binomio con Andrés Arauz.

Luisa es la candidata con mejor preparación académica y técnica y experiencia, para llegar a la Presidencia. En el 2008 empezó como asesora de Comunicación y creció hasta llegar a ser Subsecretaria encargada de la Agenda Presidencial e incluso Secretaria General de la Administración Pública y coordinar con todos los ministros.

En esa época, dice entre seria y en bromista, que se ganó la mala fama de estricta y exigente, ya que en noviembre les pedía los planes para el siguiente año a todas las autoridades. Y estaba pendiente del seguimiento de las obras propuestas, les pedía estar en territorio.

Después de ser Secretaria General de la Administración Pública fue ministra y hasta cónsul en Alicante, España. En el 2021 ganó la curul como asambleísta por Manabí.

Ahora, Luisa busca llegar a Carondelet, para mejorar la vida de los ecuatorianos: del adolescente que necesita el bachillerato acelerado para graduarse; de quien no tiene cupos en la universidad, de la madre que no cuenta con recursos para comprar medicinas; de un taxista, como su tío, que ha sido víctima de la delincuencia; de los jóvenes sin empleo... de todas las familias que temen salir a la calle, ya que la violencia gana terreno en Ecuador.