La manabita Luisa González sabe lo que enfrentan los ecuatorianos; lo ha vivido en carne propia

Candidata Luisa González y su conexión con el pueblo ecuatoriano

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Revolución Ciudadana

10/13/20234 min read

Vehemente, comprometida, luchadora, estudiosa, incluso trabajólica, brava para algunos, exigente y competente para otros. Nunca 'acartonada', fría o distante de lo que viven los ecuatorianos. Luisa González nunca para. Sus jornadas pueden ser de 16 horas o más. Se entrenó en el Gobierno de la Revolución Ciudadana. La campaña electoral ha sido dura. La abogada manabita, madre de dos hijos humanos, de 10 y 29 años, y dos más perrunos, podría convertirse en la Presidenta del Ecuador, el próximo domingo 15 de octubre del 2023.

En Yo Soy Luisa, el documental difundido la noche de ayer, miércoles 11 de octubre, Luisa González aparece espontánea sacándose el chaleco antibalas en el vehículo que la transporta. Además del calor que provoca esa prenda de protección, la candidata de la Revolución Ciudadana admite que le causa dolor de hombros y que es incómoda. Pero esas molestias no la perturban tanto como el saber que debe usarla a diario porque convirtieron al Ecuador en un país en donde niños son 'víctimas colaterales' de sicarios; en donde si se sale de casa no se sabe si se regresará.

En el 2017, cuando Rafael Correa dejó la Presidencia, Ecuador era el segundo país más seguro de la región. Ahora estamos en la lista de los 10 países más peligrosos. La tasa de homicidios por cada 100 000 habitantes podría llegar a 40, hasta diciembre. Cambiar esa dolorosa realidad le motivó a Luisa González a aceptar la candidatura y correr en estas elecciones.

Ligia Alcívar recuerda a su hija Luisa, quien el 22 de noviembre cumplirá 46 años, como una niña muy inquieta. Machete en mano iba a cortar la caña, también las matas de verde. Sus abuelos Santi y Zoila fueron como sus padres. La única mujer que corrió en estas elecciones por la Presidencia creció en el campo, en Canuto, en Chone; viendo a su familia trabajar en la tierra desde las 04:00. Por eso, dice, le duele que a los agricultores no se les pague un precio justo y que pasen hambre porque ella vio a sus seres queridos pasar por eso.

Luisa no solo se pone en los zapatos del ecuatoriano y de la ecuatoriana. Ella ha estado en sus zapatos. No nació en 'cuna de oro', no es heredera de una millonaria fortuna, como el otro candidato (Daniel Noboa, el hijo del hombre más rico del Ecuador, con una fortuna de al menos mil millones de dólares). Luisa González se hizo a ella mismo, con el apoyo de su amada familia.

"Me atacan porque me gradué del colegio a los 22 años y empecé la universidad a los 23 años. También porque soy madre soltera, como miles de mujeres. Me atacan en redes por haber sido madre adolescente, cuando miles pasan por la misma circunstancia. No saben de lo que estamos hechas, las indígenas, las negras y las montubias, las cholas... lo que llevamos dentro cuando parimos un hijo y vemos su sufrimiento", dijo Luisa González, en uno de sus discursos más compartidos.

También señaló: "solas tenemos que levantar a nuestros hijos y lo hacemos". Luisa González no habla de memoria, no le han contado esa experiencia de sentirse madre joven, sin título universitario, con un hijo y sin fortuna. Ella lo ha vivido. Le prometió a su hijo mayor sacarlo adelante. Y así lo hizo.

Rómulo Soliz, su padrastro, recuerda que Luisa González se propuso cumplir el sueño de ser alguien importante. "Tengo capacidad y voy a estudiar", les dijo. Su madre Ligia Alcívar recuerda que terminó el colegio y quiso entrar a la Universidad Central, en Quito. "No fue nada fácil", rememora.

Luisa les dijo que ella era del pueblo y al pueblo iba. Cuando estudiaba Derecho en la Universidad Central tuvo la oportunidad de acceder a un trabajo como asistente de investigación y una beca para completar su carrera, en la UIDE. Y aceptó, necesitaba el sueldo. Luego, con un crédito del viejo IECE, estudió una maestría en Alta Gerencia y le sirvió para administrar el Estado, como funcionaria pública. Después en Madrid, España, siguió una maestría en economía internacional y desarrollo. Luisa es una mujer de carne y hueso, humana, solidaria, con empatía.

El reconocido analista Augusto Tandazo comenta en el documental Yo Soy Luisa que la candidata presidencial de la Revolución Ciudadana ocupó 18 cargos en la función pública. "Tiene una experiencia enorme y después del Gobierno de Rafael Correa fue Secretaria del Parlamento Andino. No es lo mismo la empresa privada que el sector público, la experiencia en la conducción del Estado es fundamental", anota.

Bromista, Rafael Correa, sostiene que en el despacho le tenían más miedo a la manabita Luisa que al Presidente. Esa 'fama' se debe a su eficiencia y a su sentido de organización y la necesidad de cumplir las metas. Luisa González cuenta que dice que desde octubre de cada año, una vez que se aprobaba el Presupuesto General del Estado empezaba a hacer el seguimiento de las actividades ofrecidas por cada ministerio.

Doris Soliz, exministra Coordinadora de la Política, conoció a Luisa González, como parte del despacho presidencial. "No pasa desapercibida, tiene mucho carácter. Y eso es crucial para administrar algo y no se diga el Estado". Ella se encargaba, en principio, de que la agenda del Presidente se cumpla. Rafael Correa, recuerda, era muy exigente y trabajador; impuso un horario de 06:00 a 24:00. Luisa González se movió a ese ritmo y fue creciendo, fue ministra y Secretaria Nacional de la Administración Pública. "Fue temida, muy estricta, para que el conjunto de actividades programadas se concretaran".

Luisa González está lista, tiene la capacidad, el compromiso, la experiencia y el conocimiento para recuperar la educación y la salud públicas. También para devolver la seguridad al Ecuador, para generar empleo. Quiere que todos los jóvenes accedan a la universidad. Luisa quiere seguridad para los transportistas, como su tío taxista. "Vamos a trabajar 16 horas diarias o todas las horas que sean necesarias para sacar adelante al Ecuador, que ahora está de rodillas. Lo pondremos de pie".